El Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla ha acogido el acto oficial de apertura del curso 2014-2015, el segundo de vida de la Universidad Loyola Andalucía, y según indicó el rector en su intervención «el año de las concreciones, el de las evidencias”. Ante un auditorio en el que estaban presentes personalidades civiles y del mundo académico, Gabriel Pérez Alcalá ha analizado los retos a los que se enfrenta la universidad en este nuevo curso y ha aludido a la Compañía de Jesús, a las universidades hermanas, a Abengoa y a Andalucía como «los grandes referentes» para afrontar estos desafíos.
En su discurso, Pérez Alcalá ha subrayado que quiere consolidar a la universidad como un «ágora abierta en la que se discutan libre, serena y razonadamente los problemas y debates que nuestra sociedad tiene planteados», siempre bajo la «ignaciana» actitud de «permanente examen y exigencia», para “ser más universidad, más loyola, sencillamente, más”. Esta inspiración de la Compañía de Jesús, «se nota, no sólo en el logo y en nuestras continuas citas a los textos de la Compañía, sino en el hincapié que hacemos en nuestra Identidad y Misión; en la impronta de valores que pretendemos inculcar en los programas y en los problemas que queremos resolver con nuestra investigación; en nuestro modo de proceder con los que nos rodean y en la administración de nuestras conductas».
Junto a este referente fundamental, el rector de la Universidad Loyola Andalucía se ha referido a las universidades hermanas, las más cercanas de Unijes, «especialmente la Universidad de Deusto, ESADE e IQS, con las que colaboramos en distintos ámbitos y compartimos experiencias y a las que estaremos siempre eternamente agradecidos», y a la asociación con Loyola Chicago University, que «no es sólo una magnífica oportunidad para nuestros estudiantes, sino que es también una oportunidad de crecimiento como Universidad por la transferencia de tecnología que se está produciendo, la capacidad de innovar en nuestros programas, por las sinergias que se generarán en nuestra investigación y las oportunidades de crecimiento profesional de nuestro claustro y personal».
Asimismo, Gabriel Pérez Alcalá ha citado a Abengoa, «una relación sólida con quien estamos explorando nuevos proyectos conjuntos que reforzarán la posición competitiva de ambas instituciones», y a Andalucía, «nuestra tierra, es nuestro entorno más cercano, es la realidad que queremos transformar, es la sociedad que nos ha amparado, nos ha acogido, nos interpela y con la que estamos comprometidos».
Lección inaugural de Manuel Doblaré
Precisamente, y fruto de esta relación especial con Abengoa, ha sido Manuel Doblaré, director científico y CEO de Loyola-Abengoa Research, el encargado de impartir la lección magistral de apertura del curso, «una persona que es enlace entre las dos instituciones y que habla los dos lenguajes, el de la Universidad y el de la empresa». En su reflexión sobre la importancia de la ciencia y la tecnología en la sociedad postmoderna actual, aseguró que “la tecnología se ha demostrado como causa parcial y al mismo tiempo actor imprescindible para la solución de problemas como la falta de agua y alimentos, el acceso a la salud y la educación, la desigualdad y la discriminación y el imparable crecimiento demográfico”.
Como ejemplo, Doblaré se ha apoyado en la interacción entre Ingeniería y Biología, ámbitos en los que ha centrado la mayor parte de su investigación en los últimos años, y, en este sentido ha destacado “el impresionante desarrollo de la manipulación celular y genética, que están permitiendo nuevas técnicas de reparación de tejidos biológicos y la creación de órganos naturales que se encuadran en la dentro de la denominada ingeniería de tejidos”.
Asimismo, en un discurso “más divulgativo que erudito”, Doblaré ha insistido en que todos estos avances exigen, desde el punto de vista humano «un nivel de formación y readaptación continua de los individuos y colectivos que no tiene precedentes en la historia». En este sentido, ha indicado que los requisitos para la empleabilidad han cambiado por lo que hoy se precisa, además de la competencia en un campo específico, «creatividad, autonomía personal, capacidad de innovación, de relaciones humanas y de comunicación, el trabajo en equipo, la aptitud para aprender, el dominio de las TIC y el compromiso con la empresa y la sociedad en su conjunto».
Memoria académica
Por su parte, el secretario general de la Universidad Loyola Andalucía, Pedro Pablo Pérez, ha presentado la memoria académica de las actividades desarrolladas por la Universidad Loyola Andalucía en su primer curso, el 2013-2014. Así, ha señalado que, en este primer año de vida, se impartieron 5 grados oficiales, 5 másteres oficiales, 4 programas de Executive Education y 9 de Formación In Company, lo que ha supuesto un total de 21.274 horas de formación. Además, el secretario general indicó que la cifra total de alumnado matriculado en los estudios impartidos por la Universidad, tanto en grado como en posgrado, ascendió a 1.929.
En el capítulo de internacionalización, la Universidad acogió en el curso 2013-2014 a un total de 101 alumnos procedentes de otras universidades que se matricularon en estudios oficiales de grado y posgrado, y 99 alumnos de Loyola Andalucía completaron su formación en el extranjero.
En cuanto a investigación, una de los ejes centrales de la Universidad Loyola Andalucía, Pedro Pablo Pérez, ha destacado que la producción científica se ha incrementado notablemente respecto al curso pasado. Ésta se puede resumir a lo largo del año 2013 en 13 proyectos de investigación, 19 libros, 126 artículos en revistas científicas indexadas, 60 de ellos indexados como JCR (Journal of Citation Reports).
Por otro lado, en el ámbito de empleabilidad y emprendimiento, el secretario general ha indicado que la Universidad mantiene un total de 589 convenios de prácticas con empresas, habiendo firmado 216 nuevos convenios en el presente año académico. Además, 483 alumnos de grado hicieron prácticas en empresas durante el curso 2013-2014. Finalmente, la Fundación ETEA para el Desarrollo y la Cooperación, a través de la cual la Universidad Loyola realiza una importante labor, realizó 18 proyectos de cooperación y transferencia de conocimiento por un volumen de 1,1 millones de euros y actuaciones en 18 países de Centroamérica, Asia y África.