Nuevos cargos académicos en la Universidad de Deusto

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La Universidad de Deusto ha renovado cargos académicos tanto en decanatos como en el equipo rectoral. El Paraninfo acogió el acto de toma de posesión de Macarena Cuenca, como decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales (Deusto Business School); de Andoni Eguíluz, como decano de la Facultad de Ingeniería, de Vicente Vide, como decano de la Facultad de Teología, y de Álvaro de la Rica, con vicerrector de Política Académica y Transformación Digital. 

Primeras tomas de posesión que se completaron el 8 de julio con la entrada en el equipo rectoral de Mari Jose Aranguren, hasta ahora directora general de Orkestra-Instituto Vasco de Competitividad, quien ha asumido su cargo como vicerrectora del campus de San Sebastián y Relaciones Institucionales. Además de estos dos nuevos vicerrectores, el equipo del rector Juan José Etxeberria lo conforman la vicerrectora de Comunidad Universitaria y de Agenda 2030, Aitziber Irigoras; el vicerrector de Investigación y de Relaciones Internacionales, Javier Arellano; la secretaria general, Stella Solernou; y el director general, Gonzalo Meseguer. 

Para el rector, estas celebraciones encierran un profundo significado simbólico y comunitario, al dar la bienvenida a quienes asumen responsabilidades clave en la Universidad y agradecer la labor de quienes les precedieron en algunas de esas tareas. Es también un signo de continuidad y renovación, “una expresión de la confianza que nos une como comunidad académica comprometida con una misión común: formar personas que transformen el mundo”. 

Una tarea que exige, según Juan José Etxeberria, un liderazgo que no se mida solo por los logros, sino por la “capacidad de generar confianza, de inspirar, de crear vínculos”. Un liderazgo —exigente— que, inspirado en la tradición ignaciana, debe ejercerse desde el discernimiento, la interioridad, el cuidado atento de las personas y la misión, y la magnanimidad. “Un liderazgo que se detiene a escuchar, que acompaña con autenticidad y que sueña en grande, poniendo al servicio del bien común los talentos personales y colectivos”, ha subrayado. 

La misión universitaria de Deusto —ha añadido— es “clara y ambiciosa”, porque formar personas que transformen el mundo significa comprometerse con una formación integral que no se limite al desarrollo de competencias profesionales o éticas, sino que abarque también la dimensión emocional, espiritual y social. Este propósito requiere conectar “el saber con el hacer”, impulsando una investigación con impacto. También supone educar en ciudadanía global, crítica y solidaria, comprometida con el bien común. Y exige, además, construir una comunidad diversa y colaborativa, porque “se trata de una tarea que nos involucra a todos y todas”. 

Finalmente, el rector destacó el compromiso firme de la Universidad con la democracia, entendida como un “ecosistema cultural” basado en la deliberación, el reconocimiento mutuo, el respeto a la dignidad de la persona y la búsqueda del bien común. Una forma de vivir y relacionarse que ha de impregnar toda la vida universitaria —la docencia, la investigación y la convivencia cotidiana—, y que exige una implicación constante en la promoción del pensamiento crítico, el diálogo intercultural y la responsabilidad compartida. Un camino que, en palabras de Juan José Etxeberria, nos llama al discernimiento colectivo, al cuidado mutuo y a la construcción conjunta de una Universidad que mira al mundo y trabaja por transformarlo.