En esta iniciativa, que pretendía unir tecnología e impacto social, han participado estudiantes de Ingeniería de las universidades jesuitas-UNIJES. El equipo de Deusto ha obtenido el Premio al Mejor Diseño y Prototipo.
El Museo Guggenheim Bilbao acogió el pasado 21 de junio la entrega de los premios de la 1ª edición del UNIJES – SocialTech Challenge, una competición en la que han participado estudiantes de Ingeniería de las universidades jesuitas de España (Deusto, Comillas, Loyola e IQS) con el objetivo de diseñar y fabricar una silla de ruedas autónoma para visitar museos. Durante los días 19 y 20 de junio, los equipos han puesto a prueba sus prototipos en esta competición celebrada en la Universidad de Deusto.
El equipo de la Universidad Pontificia de Comillas ha sido el ganador final de torneo y quien se lleva el Premio UNIJES dotado con 3.000 euros. Este grupo al que el jurado, compuesto por responsables de ABB, Fundación Iberdrola España, Fundación Sener, Mendilur, N-World y Human Age (todos ellos patrocinadores junto con UNIJES), ha definido como “valiente, muy conjuntado, cohesionado y trabajado” también se ha llevado el “Premio al Mejor comportamiento en Pruebas”, patrocinado por la Fundación Iberdrola España. Por su parte, la Universidad de Deusto ha recibido, de manos de la Fundación Sener, el “Premio al Mejor Diseño y Prototipo”.
En la entrega de los galardones participó el rector de la Universidad de Deusto, Juan José Etxebarria, y el secretario ejecutivo de UNIJES, Enrique López Viguria. La jornada también incluyó una mesa redonda con Asier Perallos, decano de la Facultad de Ingeniería de Deusto; Antonio Muñoz San Roque, director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería ICAI-Universidad Pontificia Comillas; Jordi Diaz Ferrero, decano de IQS School of Engineering; y Pablo Millán Gata, director de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Loyola.
Para el rector de Deusto, Juan José Etxebarria, el haber elegido una silla de ruedas como enfoque central de esta competición, es mucho más que una innovación tecnológica. Es un símbolo de esperanza, inclusión y dignidad para las personas con discapacidad en todo el mundo, porque “cada línea de código, cada diseño y cada prototipo que se ha ideado representa un paso hacia un futuro más accesible, equitativo y humano para todos”. Por ello, considera que el verdadero premio “no reside en el reconocimiento o los elogios, sino en el impacto que nuestras acciones tienen en la vida de los demás. Cada uno de ustedes ha demostrado el poder de la tecnología para marcar la diferencia y la voluntad de utilizar ese poder para el bien común”, manifestó. Discurso completo.
Ingeniería y Tecnología
Unir ingeniería y tecnología para crear impacto positivo en la sociedad ha sido el objetivo de este desafío único que ha buscado incentivar la creatividad y el impulso de proyectos innovadores con un propósito. La competición comenzó en octubre con la presentación de los equipos de Deusto, Pontificia Comillas, IQS-Ramon Llull y Loyola Andalucía. Desde entonces, ha habido meses de trabajo hasta conseguir cumplir con el reto propuesto que consistía en crear una solución tecnológica, integral y multifacética, al tiempo que tuviera impacto real y duradero.
De ahí, la elección de una silla de ruedas autónoma para cuyo diseño se han de tener en cuenta muchos factores como pueden ser crear un sistema de control preciso y robusto, incluir sensores para detectar obstáculos y evitar colisiones y realizar un diseño ergonómico para garantizar la comodidad y la seguridad. En este sentido, la competición va a valorar la creatividad, la funcionalidad, la eficiencia, la usabilidad y accesibilidad de los diseños.