Comillas CIHS se llenó de gratitud, recuerdos y “buen rollo” en la ceremonia de celebración del 50º aniversario del campus de Cantoblanco, que abrió sus puertas durante el curso académico 1972-1973. Allí se reunió la historia viva de la universidad, profesores y personal jubilados, docentes que empezaron de estudiantes, rectores y muchos de los que han hecho que la sede de Ciencias Humanas y Sociales haya podido cumplir el medio siglo en un excelente estado de salud.
“Conocí la universidad cuando estaba en Comillas en el verano de 1960, a los nueve años”, confesó José Ramón Busto durante su intervención. El que fuera rector de Comillas, fue docente durante 43 años tras haber sido alumno de Filosofía y Teología durante siete. Tanto él como otros protagonistas de la jornada que intervinieron en una mesa redonda, coincidieron en la calidad de la enseñanza que se ha impartido desde el inicio y en el trato humano que siempre han dispensado los profesores. “Vivimos en un campus de maestros”, afirmó el rector, Enrique Sanz, SJ. En ese sentido, José Luis Fernández, el profesor más veterano y director de la Cátedra de Ética Económica y Empresarial, puso en valor a los docentes: “Somos una familia, y tuvimos unos estupendos maestros serios y rigurosos a los que hay que respetar”.
La ceremonia no solo dio pie para mirar atrás y congratularse por lo conseguido en diez lustros, sino que sirvió para reflexionar sobre los cambios que ha experimentado Cantoblanco y los retos que le esperan a Comillas durante los próximos años. “Ahora el alumnado es más variado e internacional”, dijo Belén Urosa, profesora del Departamento de Educación, Métodos de Investigación y Evaluación, y José Manuel Sáenz Rotko, profesor de Relaciones Internacionales, contó 414 alumnos internacionales: “La dimensión internacional de la facultad pasó de ser algo accesorio a un aspecto nuclear; somos internacionales porque es parte del ADN de la facultad”, dijo.
Por su parte, Pedro Castelao, profesor de la Facultad de Teología, también subrayó la presencia de alumnos procedentes de diferentes partes del mundo, resaltó el cambio de perfil de los alumnos y destacó la eclesialidad de la Facultad de Teología porque “es plural, con profesores laicos y procedentes de diferentes órdenes religiosas” y porque cuida la tradición y la interacción con la sociedad y con el tiempo que vivimos”.
La jornada también dio protagonismo al edificio, proyectado por el arquitecto Javier Carvajal. “Carvajal era el arquitecto más brillante de España”, aseveró su discípulo, Ignacio Vicens, y creó “un edificio maravilloso”.