La Comunidad #PorElClima, que impulsa el Ministerio para la Transición Ecológica, ha elegido el proyecto H2020 GreenSoul en el que ha participado la Universidad de Deusto como uno de los 101 mejores ejemplos empresariales de acciones que trabajan de forma relevante e innovadora en la lucha contra el cambio climático a nivel estatal. La Universidad de Deusto es la única universidad destacada en la tercera edición de una iniciativa que pretende visibilizar las medidas más inspiradoras y vanguardistas para frenar el colapso climático y ambiental. El proyecto fue coordinado por la empresa sevillana Wellness Smart Cities.
El proyecto GreenSoul tiene por objetivo reducir el consumo energético en edificios públicos a través de la concienciación ciudadana. Se estima que el consumo energético asociado a la actividad humana dentro de edificios supone el 30% del consumo total. En este sentido, el proyecto pretende mejorar la eficiencia energética a través de acciones concretas como apagar la luz cuando los espacios de trabajo queden vacíos, poner los ordenadores en modo suspensión durante las pausas o modificar la temperatura del termostato según la época del año, de acuerdo a parámetros de eficiencia energética, eso sí, manteniendo el confort.
Despertar la motivación por desarrollar un comportamiento sostenible en estos espacios de trabajo, es particularmente desafiante ya que el personal apenas percibe los beneficios derivados de su comportamiento. De hecho, cualquier práctica en favor del medioambiente en este contexto tiene un marcado acento altruista basado en creencias y valores proambientales. Además, las personas empleadas no suelen disponer de mecanismos que les permitan hacer un seguimiento del consumo energético pues el impacto de los hábitos cotidianos sobre la energía consumida en el trabajo se plasma principalmente en la factura eléctrica, que es desconocida por el trabajador. Es en este este contexto en el que nace GreenSoul.
Para mitigar estas barreras, la idea del proyecto se basa en aplicar estrategias de motivación y persuasión a través de cuatro tratamientos experimentales basado en distintas tecnologías emergentes. El objetivo es mejorar el uso de los dispositivos electrónicos compartidos que usamos a diario (por ejemplo, luces, impresoras, calefacción, etc.), así como en dispositivos de uso personal (por ejemplo, smartphones, estaciones de trabajo, pantallas, etc.). Los análisis de los experimentos mostraron que los 350 empleados encuestados tras el pilotaje eran más conscientes de las acciones necesarias para mejorar la eficiencia energética que al principio del estudio. Además, es relevante que después de la intervención ninguno de los grupos encuestados mostró ignorancia (no saber qué hacer para mejorar la eficiencia) ni desánimo debido a las prácticas de otros compañeros como barreras que les impidiesen actuar a favor del medio ambiente.
También, se observó que la «confianza en la tecnología» es un mediador para promover con éxito el cambio de comportamiento proambiental apoyándose en intervenciones basadas en las TIC. Los resultados en términos de ahorro general de energía, costos y emisiones están alineados con los hallazgos anteriores. Los tratamientos más efectivos introducen un ahorro de alrededor del 30% en la fase individual (estrategias de motivación dirigidas al individuo), mientras que en la fase colectiva se ahorraron 8 MWh, 1.75 k€ y 3.61 tCO2eq por año.
Los participantes de los grupos de discusión de los tratamientos más efectivos confirmaron que seguían realizando acciones de eficiencia energética al final del estudio. Fue muy relevante observar que las acciones sencillas, como el apagado de los equipos de uso personal (pantallas, PCs, portátiles), se extrapolan a otros contextos en los que no había condiciones experimentales (por ejemplo, en los aseos o en el hogar).
La conclusión de este último hallazgo es que parece que algunos tratamientos experimentales pueden desencadenar efectos indirectos/colaterales positivos. De hecho, los resultados de este trabajo han sido precursores de la consecución de otros dos proyectos europeos (H2020 PARITY y H2020 WHY) relacionados con la concienciación ciudadana en materia energética, que ayudarán a validar esta hipótesis. Un prometedor campo científico, por tanto, con importantes impactos socioeconómicos y medioambientales que esta investigación ha promovido.
El proyecto está alineado con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS-12) en el que se aboga para que el consumo y la producción sostenibles contribuyan de manera sustancial a la mitigación de la pobreza y a la transición hacia economías verdes y con bajas emisiones de carbono. Prueba de ello, es que parte del equipo investigador de la Universidad de Deusto recibió de la prestigiosa editorial Elservier el premio Atlas en esta categoría ODS-12.
Los 101 Ejemplos Empresariales de Acciones #PorElClima 2020.
Deusto se suma a la Comunidad #PorElClima
Por otro lado, y reconociendo el desafío climático que tenemos por delante, la Universidad de Deusto se ha comprometido a reducir con sus acciones la contaminación causante del cambio climático en el Planeta y a formar parte de la Comunidad #PorElClima, iniciativa pionera de personas, empresas, organizaciones y administraciones públicas que se unen con un objetivo común: ser protagonistas de la acción contra el Cambio Climático de acuerdo con las directrices marcadas con el Acuerdo de París. Más información.
La Comunidad #PorElClima se puso en marcha el 4 de noviembre de 2016, fecha en que entró en vigor el Acuerdo de París que ayudará a afrontar el mayor desafío que tiene hoy la humanidad: el cambio climático. Su objetivo es “impulsar a la sociedad a actuar frente a la crisis climática, desde ya todos y todas juntos”, conscientes de la importancia del cumplimiento de esta misión. Para lograrlo, se necesita la movilización de toda la sociedad, incluyendo a las empresas, las organizaciones, las administraciones, los ciudadanos y las ciudadanas.
La Comunidad #PorElClima recopila recursos y herramientas para ayudar al conjunto de la sociedad española a pasar del compromiso a la acción en la lucha contra el cambio climático en los siguientes ámbitos de actuación: agua, consumo e inversiones, energía, huella de carbono, movilidad, prevención y gestión de residuos.