Invitados por el servicio de reanimación y anestesia del Hospital Universitario de Cruces de Baracaldo, un grupo alumnos y alumnas de las universidades de Deusto, Mondragón y UPV han entrado en la UCI para ver y conocer de primera mano las terribles consecuencias que tiene el coronavirus. De esta manera, han podido presenciar de cerca el duro trabajo de los sanitarios, la situación crítica de los pacientes y la importancia de mantener las medidas de seguridad en todo momento.
El objetivo de estas visitas es que los estudiantes cuenten su experiencia y transmitan un mensaje de responsabilidad a sus compañeros de facultad. Para muchos, ha supuesto un antes y un después. Algunos, a la salida, comentaban sus impresiones sobre la iniciativa: “Tenía interés para saber qué había más allá de las cifras», cuenta Oihana Zabala, estudiante del último año de grado de Psicología, quien ha añadido que “me ha impresionado bastante, ha sido un golpe de realidad». Otros participantes en la iniciativa son Aitor Olabarrieta y Andrea Revuelta, estudiantes de ADE + Finanzas: “Si entrar en una UCI normal ‘impacta’, en la unidad COVID cambia el panorama porque están sedados». Andrea y Aitor afirman que salieron «muy impactados». «No somos conscientes de lo que se vive en los centros sanitarios».
Los estudiantes han entrado donde muchos jóvenes no creen que llegarán nunca. Han visto las consecuencias reales del coronavirus: la fuerte carga de personal, la agonía y la soledad de los pacientes hospitalizados. Han confirmado lo que muchos dudan.