Pese a que el clima general sigue siendo de desconfianza, los españoles creen que su situación mejorará en el futuro. Esta es una de las principales conclusiones que se extraen del primer Índice de Confianza Social ESADE – Obra Social «la Caixa», que cuenta con la colaboración de las Fundaciones Agbar y Aquae, y que en 2014 se sitúo en un 72,3 sobre 200. Este índice mide del 0 al 200 el grado de confianza social de las personas, tanto a nivel colectivo como individual. El índice es la media aritmética entre la valoración del presente y las expectativas de futuro. A su vez, estos indicadores, que el año pasado se situaron en un 70,2/200 y un 74,4/200, respectivamente, responden a la confianza agregada de nueve indicadores sociales: la vivienda, el mercado laboral, la sanidad, la educación, las prestaciones sociales, las pensiones, las instituciones políticas, las instituciones económicas y empresariales y los medios de comunicación.
Confianza a presente y a futuro
De los ámbitos analizados, el que genera mayor confianza es el de los medios de comunicacióncon un 101,3/200; seguido del mercado laboral, con un 93,9/200, y la vivienda, con un 84,6/200. Por el contrario, los que menor seguridad inspiran a los consultados fueron el de las prestaciones sociales, con un 50,7/200, y el de las instituciones políticas, con un 51,4/200.
Descomponiendo estos resultados entre las valoraciones a presente y a futuro, encontramos que la mayoría de los indicadores crecen cuando se proyectan a varios meses vista salvo el de la vivienda. Destacan en este sentido las instituciones económicas, que pasan de un 60,1/200 (presente) a un 70,1/200 (futuro) y el mercado laboral, cuya confianza se incrementa del 89,2/200 (presente) al 98,6/200 (futuro), rondando el 100, es decir, el punto de equilibro de la confianza según este estudio.
No son tan optimistas los consultados en relación a la educación, cuyo índice apenas crece un punto en esta progresión; la sanidad, que aumenta en otros dos, o las instituciones políticas, con seis puntos de diferencia.
¿Quién confía en qué?
Los valores atribuidos a cada indicador tanto en lo relativo al presente como a las expectativas de futuro son el resultado del análisis de las respuestas a diferentes preguntas que, a su vez, permiten identificar diferentes grados de confianza según género, edad, ideología, profesión, ingresos y estudios de los consultados. En base a esta segmentación podemos encontrar diferentes perfiles:
Vivienda (84,6/200). La confianza en este aspecto es mayor entre los hombres, especialmente los más jóvenes (16-18 años) y aquellos con edades comprendidas entre los 25 y los 34 años. Las expectativas de futuro son especialmente bajas en los segmentos dedicados a las tareas del hogar y los parados.
Mercado laboral (93,9/200). Es uno de los indicadores hacia el que hay mejores expectativas de futuro. Esta situación es debida al optimismo de la población entre 19 y 24 años y entre 25 a 34, y especialmente a las personas que se sitúan ideológicamente en el centro o a la derecha. Sin embargo, esta seguridad se ve contrarrestada por la desconfianza de aquellos que se dedican a las tareas del hogar y los que menos ingresos tienen, que confían poco en que el mercado laboral mejore en los próximos meses.
Sanidad (67,7/200). La Sanidad ocupa el quinto lugar del Índice de Confianza Social y es uno en los que la población menos cree que vaya a mejorar. Aquí las más optimistas son las mujeres, especialmente las de la tercera edad y, en general, los jubilados. La izquierda es más pesimista que la derecha, al igual que en el caso de las personas con mayor nivel de estudios.
Educación (74/200). En este apartado la diferencia entre ideologías es muy amplia. Izquierda y centro registran valores muy ajustados en lo que se refiere a la dispersión entre confianza en el presente y las expectativas a futuro mientras que la derecha, en cambio, cree que a corto plazo la educación mejorará con diferencia. El colectivo de estudiantes, no sólo no ve una mejoría, sino que su confianza empeora de cara a los próximos meses.
Prestaciones sociales (50,7/200). En este apartado, mayores y jóvenes son los que se muestran más optimistas a corto plazo. Un futuro sin embargo incierto, especialmente para los que se dedican a las tareas del hogar y los desempleados. Por estudios, el segmento con nivel de Primaria tiene más confianza que el resto, aunque ésta se refleje más en las expectativas de futuro que en el momento actual.
Pensiones (62,3/200) Al igual que ocurre con la educación y la sanidad, los consultados tienen escasas expectativas de mejora para las pensiones. De hecho, hay colectivos como los que se sitúan en una ideología política de izquierdas o los más formados, entre los que la confianza decrece cuando se les pregunta sobre el futuro de esta cuestión.
Instituciones políticas (51,4/200). Las instituciones políticas reciben una consideración especialmente severa, circunstancia que guarda estrecha relación con cómo han afrontado de la crisis los consultados. Así, estudiantes y jubilados, al igual que jóvenes y tercera edad, tienen mayor confianza que el resto.
I.
Instituciones económicas y empresariales (65,1/200) El grado de confianza registrado hacia patronales, sindicatos, sistema financiero y grandes empresas, en contrapunto con el registrado para instituciones públicas pone claramente de manifiesto que la sociedad se decanta por las primeras. Esta tendencia se manifiesta especialmente en los varones, los consultados de entre 19 y 24 años, y en los hogares con mayores recursos.
Medios de comunicación (101,3/200) Es el único indicador en el que se alcanza la situación de equilibrio. En este apartado los colectivos que mayor seguridad muestran son las mujeres, los jóvenes y aquellos que se sitúan políticamente en la derecha. Los que menos confianza tienen en ellos son los parados y las amas de casa.