Una apuesta provincial que comenzó hace años ha comenzado a ver sus primeros frutos. El curso intersectorial de Identidad y Misión ha cerrado su primer ciclo de tres años en las últimas semanas con muy buena valoración, tanto de los participantes como de los organizadores. Concretamente, han finalizado en el CES de Salamanca, un grupo, y otros tres grupos en el CEL de Loyola, un itinerario formativo desarrollado a través de 9 módulos, tres por curso académico, de diferente duración.
En esta formación se persigue generar procesos personales que favorezcan la adhesión libre a la misión de la Compañía. Las 80 personas que han completado esta formación, de obras e instituciones de los diferentes sectores y plataformas apostólicas, han podido experimentar en sus respectivos grupos, constituidos como “comunidades de aprendizaje”, un conocimiento e intercambio de experiencias muy fecundo sobre temáticas diversas como: la vida y legado de Ignacio de Loyola, la espiritualidad ignaciana, el proyectos de Jesús de Nazaret, la misión y organización de la Compañía de Jesús, sus obras y gobierno, así como otras dimensiones básicas y medios para crear un «cuerpo para la misión», y todo en ello con cualificados ponentes, visitas a obras, dinámicas de grupo, momentos de reflexión personal y celebraciones comunitarias.
Algunos frutos de esta formación que se recogen en las evaluaciones de este último módulo expresan el profundo agradecimiento por haberse sentido cuidados; un sentimiento profundo de pertenencia; la apertura de mirada más allá de nuestro entorno cercano; la ilusión generada por caminar compartiendo misión; la continua búsqueda por crecer en vocación, compromiso y servicio saliendo de nuestro “querer, amor e interés”; mayor conciencia de colaboración en la misión de la Compañía de Jesús y de la Iglesia; crecimiento en la fe y en la espiritualidad ignaciana; esperanza en un cuerpo apostólico que sale con energías renovadas; el reto de ser luz en nuestras obras y aportar desde lo pequeño; y la llamada a ayudar a otras personas a recorrer este camino.
De alguna manera, estos frutos y llamadas recogen lo que el P. Provincial, Enric Puiggròs, en una carta dirigida a esos participantes al final de su formación, expresaba así: “Jesuitas y personas laicas estamos invitados a configurar este cuerpo apostólico que asume la tarea de discernir y llevar a cabo esta misión. Una misión que la realizamos juntos, en un acompañamiento mutuo que fortalece al sujeto apostólico que la lleva adelante”.
Esta apuesta de la Compañía de Jesús en España continua con la nueva promoción que se iniciará el curso que viene (será ya la cuarta), sumándose a las otras dos ya en marcha en su segundo y tercer año: en total unas 270 personas de las obras de la Compañía de Jesús en España realizando este curso simultáneamente. Esto también es posible gracias a un equipo de siete personas que acompaña a los diferentes grupos y coordina la gestión para que todo pueda funcionar.
Dando gracias a Dios por tanto bien recibido, os mostramos algunas fotos de estos grupos en su último módulo: