Los estudiantes del nuevo Grado Gastronomía e Innovación Culinaria, de la Universidad Pontificia Comillas, han visitado recientemente INEA (Escuela de Ingeniería Agrícola de Valladolid). Han conocido de cerca la finca, los huertos, los invernaderos y han experimentado en el laboratorio analizando los productos recién recogidos de la tierra. La estancia en INEA se ha completado con visitas a empresas del sector: las bodegas Yllera y la plata de producción de vegetales ultracongelados Grupo Virto. Ciencia y experiencia, teoría y práctica, han brindado la posibilidad de conocer de cerca “la parte de atrás de la cocina”. La conexión entre la buena gastronomía y la innovación culinaria con la comprobación minuciosa de la producción ecológica, de las características y propiedades culinarias de cada fruto. “El valor de las cosas bien hechas importan porque la gastronomía es de todos”.
Teresa y Victoria, delegada y subdelegada de este primer curso del Grado, comparten el aprendizaje de estos días. Primero porque ha sido una experiencia para salir de la zona de confort. Y lo explican porque nunca en su vida se hubieran imaginado disfrutar de esta manera observando cebollas y tomando cata de la tierra para conocer a fondo con qué minerales nutrirla. Ninguna de las dos enfoca su futuro como cocineras sino que más bien al ámbito empresarial gastronómico. “Aún así, estos días hemos conocido esa parte necesaria para comprender el proceso en su conjunto”. Satisfechos de la experiencia ya no piensan que se trate de una actividad complementaria sino que es una actividad necesaria para conocer e innovar.