Ha pasado un año desde que en enero de 2020 se puso en marcha el proyecto en el que participan Comillas, Deusto, ESADE, HTSI, INEA, Loyola Andalucía y el Centro Universitario SAFA. Durante sus tres años de ejecución, pretende contribuir a impulsar el uso del Aprendizaje-Servicio (ApS) en nuestros centros desde el convencimiento de que es una metodología que mejora el aprendizaje a la vez que favorece la formación integral de futuros profesionales; unos profesionales que queremos que sean “hombres y mujeres para los demás”. Detectamos además que tiene muchos puntos de contacto con la Pedagogía Ignaciana y queremos construir, entre todos, un modelo de ApS que contribuya de forma eficaz a nuestra Identidad y Misión.
El contexto, como para todos, ha sido retador: parecía imposible poner en marcha iniciativas que implican “poner los pies en el barro” desde el confinamiento en nuestras casas. Los logros, sin embargo, son notables.
A nivel colectivo, destacamos dos elementos. El primero fue la puesta en marcha de grupos de expertos, conformados por participantes de todos los centros, que otorgan solidez a nuestra reflexión y a nuestras propuestas: Identidad y Misión; Innovación Pedagógica; Investigación y Docencia; Medición de Impacto; Formación de Docentes; y Análisis de la Realidad y Relación con Organizaciones Sociales. El segundo, la elaboración colectiva de una definición de Aprendizaje-Servicio en el contexto de nuestros centros: esta definición “operativa” pretende servir de marco de referencia para el proyecto y alimentarse de la experiencia del mismo hasta ser definitivamente asumida por todos, seguro que enriquecida, al final del camino.
Todos los centros han dado pasos internos significativos. Destacamos solo algunos:
La apuesta por el ApS en UNIJES tiene también consecuencias externas: la junta directiva de la Asociación Española de Aprendizaje-Servicio Universitario, de nueve miembros, cuenta con cuatro personas de UNIJES, incluida la presidencia. Además, varias universidades europeas han contestado afirmativamente a la invitación de sumarse al programa de Aprendizaje-Servicio de verano que, de forma compartida, organizan desde hace años Comillas, Deusto y ESADE. Loyola Andalucía se ha sumado también a este proyecto.
Decenas de personas de los siete centros socios participan activamente en este proyecto, construyendo ideas e impulsando iniciativas. El apasionante reto que tenemos por delante es avanzar, con el apoyo de las evidencias que surjan de nuestra práctica, en decisiones institucionales que contribuyan a consolidar nuestra vocación como formadores de profesionales conscientes, competentes, compasivos y comprometidos.