El Servicio Universitario para el Desarrollo (SUD), la iniciativa de ESADE que coordina los esfuerzos en materia de cooperación universitaria para el desarrollo, cumple quince años. Desde su creación en 2003, 646 alumnos de ESADE han colaborado con instituciones sociales y han realizado más de 225.000 horas de consultoría voluntaria y asistencia legal pro-bono. Además, en estos quince años se han coordinado 380 proyectos con más de 150 instituciones en Nicaragua, El Salvador, Guatemala, México, Costa Rica, Honduras, Perú, Paraguay, Bolivia, Colombia, Tanzania, Senegal, Vietnam, Tailandia, India o Filipinas.
Según Jaume Maranges, director del SUD, los objetivos principales de este servicio son, por un lado, “fortalecer las instituciones de los países en vías de desarrollo, para que su actividad tenga mayor impacto en el tiempo y, en segundo lugar, contribuir a la formación de ciudadanos de los países económicamente avanzados, con una alta sensibilidad hacia la promoción de la justicia social”. “Los alumnos tienen una importante oportunidad de poner en práctica los conocimientos que han adquirido en ESADE” —ha comentado Maranges—“y los estudiantes son conscientes de que la mejor manera de realizarlo es prestando atención a las personas: ponerse al servicio de los demás, dialogar, ser respetuosos, valientes y humildes”.
El SUD nace fruto de la tradición de cooperación académica con universidades de Centro América desde los años 80 y pone el talento de la comunidad de ESADE a disposición de empresas sociales, organizaciones sin ánimo de lucro e instituciones de países de América Latina, África y Asia para trabajar conjuntamente en su fortalecimiento.
Experiencias muy positivas
“Estas experiencias enriquecen a los estudiantes personal y profesionalmente, haciéndoles más conscientes de la complejidad de los problemas sociales y del contexto local y global”, ha destacado Maranges, director de ESADE SUD. En este sentido, Alícia Palmero, alumna de BBA que colaboró este verano con la organización CCAIJO en la Región del Cusco, Perú, ha afirmado que “implicarme en un proyecto del SUD me ha ayudado a definir mi propósito profesional, íntimamente ligado con el personal, y a encontrar un sitio donde el management sea la herramienta clave para el desarrollo de algún lugar que, como la Sierra Andina del Perú, busca poder vivir dignamente”, ha explicado Alicia Palmero.
También es el caso de FUNDAP, una institución privada de desarrollo que desarrolla su actividad en el occidente de Guatemala desde hace 35 años. “Cada año valoramos el entusiasmo, la disposición y el profesionalismo de los estudiantes que, con esmero, realizan su labor de consultoría para contribuir a la mejora de nuestros programas”, ha explicado Eunice Martínez, gerente de la división de educación y salud de FUNDAP. En este sentido, ha destacado que “este apoyo significa una oportunidad de sistematización, profundización e investigación, además de ayudar a sensibilizar a los estudiantes sobre la realidad y potencialidad de nuestro país”.
Además, para seguir ofreciendo nuevas oportunidades profesionales transformadoras, se ha consolidado la colaboración entre ESADE Alumni Social y ESADE SUD con el desarrollo conjunto del programa Together, una iniciativa en la que antiguos alumnos y estudiantes en prácticas colaboran conjuntamente en diversos proyectos en países en vías de desarrollo, con el objetivo de contribuir a generar actividad productiva en dichos países. Para Jaume Maranges, “es una experiencia transformadora de inmersión, donde se reúnen las condiciones de apoyo prolongado en el tiempo, a través de antiguos alumnos desde la distancia, con colaboraciones específicas de alumnos sobre el terreno, lo que nos permite asegurar un impacto más intenso y, al mismo tiempo, ambicioso”.