En el marco de la celebración del Año Jubilar, un grupo de colegiales del Colegio Mayor Loyola viajó a Múnich para visitar el campo de concentración de Dachau, situado a trece kilómetros de la capital de Baviera. Se trata de la segunda vez que se ofrece esta experiencia desde la Pastoral del Colegio Mayor, una propuesta abierta a todos los colegiales que tiene como objetivo central reflexionar sobre el significado del perdón en circunstancias particularmente dramáticas y donde la pregunta sobre lo imperdonable resulta inevitable.
La visita al Memorial del campo de concentración de Dachau (el primero de todos los que instalaron los nazis, el que más tiempo estuvo activo y el que sirvió de modelo, de referencia y centro de adiestramiento para todos los demás) fue acompañada por el padre Jakob Paula, sacerdote diocesano alemán que vive en el mismo Campo y conoce historias de supervivientes de primera mano. Su presencia facilitó la interiorización de la experiencia pues compartió el sentido profundo que le movía en esa misión en la que, consciente de no poder cambiar el pasado, podía rezar por las víctimas, colaborar con el centro de información del Campo e inspirarse en las vidas de los sacerdotes que murieron allí.
Impresionó especialmente pisar la tierra del bloque 26, conocido como bloque de los sacerdotes, por donde pasaron 2.652; entre ellos, 57 beatos y el carmelita san Tito Bradsma. Otro momento especialmente significativo, antes de terminar la experiencia, fue la parada ante un pequeño monumento de la cruz, donde todos juntos entonaron “Nada de turbe” en clave de comunión y silencio.
La experiencia se completó con una visita por la ciudad de Múnich guiada por Eduardo Morales, artista multidisciplinar afincado en Alemania, donde desarrolla parte de su carrera. El viaje terminó el domingo con la celebración de la Eucaristía en la Iglesia de San Miguel, donde están presentes los jesuitas, y una puesta en común para compartir todo lo vivido.
“Tocar” y nombrar los hechos del pasado cobra un especial sentido si sirve para ayudar a situar lo que ocurre en nuestro mundo hoy, y para inspirar a apostar por una cultura de la reconciliación y de la paz.