Jorge Caballero, nuevo Director del Colegio Mayor Menéndez Pelayo

Jorge Caballero, vinculado al Colegio Mayor Menéndez Pelayo durante 27 años, toma el relevo  de la dirección del centro y sustituye a Félix Revilla SJ. Ambos han compartido vida y tarea educadora en este centro durante 23 años. Ahora le toca coger el testigo a este laico procedente de Vigo. Su compromiso en tiempo de Universidad le conectó con el centro de pastoral juvenil Loyola de La Coruña y fue allí donde dio sus primeros pasos guiando a los más jóvenes por el camino de la fe. Gracias a esa etapa pasada, hoy y en Valladolid, trata de hacer presente la opción por los valores y la fe ante los escolares del Menéndez.

La experiencia, como él mismo dice “los mejores años de mi vida”, y el contacto con su maestro y predecesor, Félix Revilla SJ, deja un importante poso que le ayudará en el futuro: mantener el colegio en buen estado para propiciar un buen ambiente; el cuidado y escucha de las personas, incluido el cuidado con la comida; y mantener vivos los valores del estudio, de la participación activa, de la amistad y sobre todo, del respeto a los compañeros y a las normas.

Recibe el nuevo cargo con gratitud, por la confianza depositada por la Compañía de Jesús. A la vez, a pesar de los años de experiencia en esta obra jesuita, Jorge se forma en Identidad y Misión de la mano de UNIJES. Una formación que le reconecta con el fondo y el sentido de hacer misión y reino que le condujo hasta el Colegio Mayor. Los valores y el trabajo en red son los principales elementos que se plasman en lo laboral y con los chicos, muy presentes en su labor como miembro de UNIJES y colegios mayores jesuitas. «Cuento con un equipo que me respalda, dentro del colegio como son Agustina, Ana…y entre mis homólogos de otros colegios mayores».

De su trabajo previo, guarda grandes amistades, vínculos fuertes con los escolares. «Siempre les digo que aprovechen este tiempo en el Menéndez. Para convivir. Tiempo para estudiar, para hacer amigos, para formarse y para crecer en la diversidad y riqueza que ofrece el colegio». Promoción tras promoción, este fruto está por encima del sentimiento de “policía” al que muchas veces se siente abocado. Esa disciplina entre los más de 100 colegiales que viven bajo su techo se contrarresta con otras habilidades, muchas de ellas aprendidas de su antecesor, como son respeto y gran sentido del humor.